Algunas complicaciones intestinales de las
enfermedades inflamatorias intestinales (EII) ocurren tanto en la colitis
ulcerosa (UC) como en la enfermedad de Crohn, aunque pueden ocurrir más
comúnmente en una que en la otra.
COMPLICACIONES
INTESTINALES DE LA COLITS ULCEROSA
Perforación
(ruptura) del intestino. Ocurre cuando la inflamación crónica y
la ulceración del intestino debilitan la pared intestinal hasta tal punto que
se desarrolla un orificio. Esta complicación es potencialmente peligrosa para
la vida, y se liga generalmente al megacolon tóxico (véase abajo). En la
enfermedad de Crohn, la perforación puede ocurrir como resultado de un absceso
o fístula (ver más abajo).
Colitis
fulminante. Que afectan a menos del 10% de las personas con la UC,
la colitis fulminante implica una inflamación progresiva y daño a todo el
colon. Cuando la inflamación severa hace que el colon se dilate y se hinche
extremadamente, una afección llamada íleo (cuando el intestino no se está
moviendo) puede desarrollarse — las contracciones normales del intestino se
detienen y se presenta distensión abdominal. A medida que la afección progresa,
el colon se vuelve más distendido (pierde el tono muscular y comienza a
expandirse). Las radiografías abdominales revelan el gas atrapado dentro de las
secciones paralizadas del intestino. La colitis fulminante puede ocurrir
repentinamente.
Megacolon tóxico. La complicación más grave, pero relativamente rara, de
la EII (potencialmente mortal) y la forma más extrema de colitis fulminante. El
colon pierde su capacidad de contraer correctamente y de mover el gas
intestinal a lo largo. La distención abdominal y la enfermedad son graves,
causando fiebre alta, dolor abdominal y sensibilidad, y un alto conteo de
glóbulos blancos. La atención médica inmediata es esencial para tratar de
"descomprimir" el intestino y prevenir la ruptura. La cirugía urgente
puede ser necesaria si no hay mejoría o si la afección empeora.
Mayor
riesgo de cáncer colorrectal. Existe un mayor riesgo de
cáncer colorrectal entre las personas con EII. Alrededor del 5% al 8% de las
personas con UC desarrollan cáncer colorrectal dentro de los 20 años después
del diagnóstico en comparación con el 3% al 6% para la población general, y el
riesgo aumenta con la duración y severidad de la enfermedad. Las personas con
UC tienen un mayor riesgo de cáncer colorrectal que aquellas con enfermedad de
Crohn.
COMPLICACIONES
INTESTINALES DE LA ENFERMEDAD DE CROHN
Obstrucción
intestinal. Complicación más común de la enfermedad de Crohn. Una
obstrucción es causada por la inflamación y la formación de tejido cicatricial
en la pared intestinal. El intestino se obstruye del tejido cicatricial
causando un área estrecha también conocida como estenosis. Los síntomas
incluyen una incapacidad para comer, dolor abdominal con calambres, náuseas,
vómitos e hinchazón. Los medicamentos pueden aliviar algunas obstrucciones
inflamatorias al reducir la hinchazón intestinal. Si la obstrucción se repite
con frecuencia o es severa, la cirugía puede ser necesaria.
Abscesos.
Bolsillo de pus localizado causado por la infección bacteriana. Puede formarse
en la pared intestinal, dentro del abdomen o la pelvis, o en áreas próximas al
intestino inflamado. Los abscesos visibles, como los que rodean el ano, parecen
forúnculos y el tratamiento a menudo implica drenaje quirúrgico. Los síntomas
incluyen fiebre, dolor, hinchazón y sensibilidad. Una vez que el absceso se
drena, los síntomas usualmente se resuelven rápidamente. Los antibióticos
generalmente se administran para ayudar a tratar la infección.
Fístulas.
Pasajes anormales que conectan diferentes partes del intestino, que son
causadas por llagas o úlceras profundas dentro del tracto intestinal. Las
fístulas también pueden hacer túneles en los tejidos circundantes de la vejiga,
la vagina o la piel. Las fístulas afectan a cerca del 30% de las personas con
enfermedad de Crohn, y a menudo se infectan. Si es pequeño, los antibióticos y
otro tratamiento médico pueden ser adecuados. La cirugía puede ser necesaria
para fístulas grandes o múltiples, especialmente si causan síntomas
persistentes.
Fisuras.
Desgarros o grietas en el forro del ano. Puede ser superficial o profundo. A
diferencia de las fístulas, las fisuras sólo se encuentran en el área del ano.
Puede causar dolor rectal leve a severo y sangrado, particularmente durante e
inmediatamente después de las defecaciones. Generalmente se trata con cuidado
local, incluyendo cremas tópicas o baños de asiento.
Malabsorción
y desnutrición. Relacionadas con deficiencias en
nutrientes, como proteínas, vitaminas y grasas. La enfermedad de Crohn
generalmente afecta al intestino delgado, que es la parte de la tripa que
absorbe la mayoría de los nutrientes. La malabsorción y la desnutrición
generalmente no se desarrollan a menos que la enfermedad sea extensa o presente
durante un largo período de tiempo. El tratamiento médico suele ser efectivo
para la sustitución de nutrientes.
Diarrea
con sal biliar. El íleon (extremo inferior del intestino
delgado) es la parte del intestino más comúnmente involucrada en la enfermedad
de Crohn. Este es el área principal para la absorción intestinal de ácidos
biliares/sales, compuestos que ayudan a transportar y absorber las grasas. Si
esta absorción llega a ser deficiente, la malabsorción gorda y la diarrea
pueden resultar. Una medicina oral llamada colestiramina se prescribe
generalmente.
Sobrecrecimiento
bacteriano en el intestino delgado (SIBO). Con SIBO,
cantidades excesivas de bacterias están presentes en el intestino delgado. Como
resultado, las bacterias descomponen o digieren los alimentos más arriba de lo
normal en el tracto gastrointestinal, que produce gases, dolor abdominal,
hinchazón y diarrea. SIBO, que también puede ocurrir en la CU, por lo general
mejora después de un ciclo de antibióticos.
Muchas de estas complicaciones son raras,
pero si nota un cambio en los síntomas, asegúrese de ver a su médico.
REDUZCA
SU RIESGO
Lo siguiente puede ayudarle a reducir el
riesgo de complicaciones intestinales:
-Permanezca en la medicación de la EII para
ayudar a controlar la inflamación.
-Mantener una dieta saludable y actividad
física.
-Consulte a su médico con regularidad y
manténgase al tanto de las pruebas de rutina, como las colonoscopias.
-Detectar las complicaciones tempranamente y
tratarlas puntualmente.
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